Los avilesinos pagaron su mal comienzo en los dos tiempos ante un Benavente en el que Diego, con cinco goles, fue el jugador decisivo
El Oquendo Avilés no pudo celebrar ayer el regreso de uno de sus jugadores más emblemáticos, el veterano Julinho, y perdió ante un rival directo, el Atlético Benavente, que tuvo en sus filas al jugador desequilibrante del choque, Diego, con cinco de los seis goles marcados por su equipo.
Tras disfrutar dos victorias y ceder un empate, la de ayer fue la primera derrota en casa para el Oquendo, que se complica en una clasificación en la que su rival ha pasado por delante con los puntos sumados en Avilés.
El encuentro estaba marcado por el estreno de Julinho, y sobre todo por la plaga de ausencias en el equipo de Josiño, con Neto sancionado, las lesiones de Fredi y de Josín, y la ausencia de Mara por cuestiones disciplinarias.
Sobre la cancha, lo que marcó la diferencia, además de Diego, fue la mala actitud del Oquendo en el inicio de los dos periodos. Y a poco que los avilesinos movieron la pelota se vio el fruto, con el 3-1 que culminaba el mejor juego local camino del descanso, con el pero del segundo tanto zamorano antes del final del primer tiempo.
La salida del segundo condenó al Oquendo, que recibía dos goles para quedarse a remolque con el 3-4 que marcó una pausa. Durante muchos minutos todo fue muy confuso hasta que llegó la locura final, con tres tantos sin respiro para el hombre del marcador. El 3-5 `parecía definitivo, pero David dio esperanzas, rotas en los últimos segundos por, quién si no, Diego, con su quinta diana del partido.
Fuente: La voz de Avilés:28/10/2.007
El Oquendo Avilés no pudo celebrar ayer el regreso de uno de sus jugadores más emblemáticos, el veterano Julinho, y perdió ante un rival directo, el Atlético Benavente, que tuvo en sus filas al jugador desequilibrante del choque, Diego, con cinco de los seis goles marcados por su equipo.
Tras disfrutar dos victorias y ceder un empate, la de ayer fue la primera derrota en casa para el Oquendo, que se complica en una clasificación en la que su rival ha pasado por delante con los puntos sumados en Avilés.
El encuentro estaba marcado por el estreno de Julinho, y sobre todo por la plaga de ausencias en el equipo de Josiño, con Neto sancionado, las lesiones de Fredi y de Josín, y la ausencia de Mara por cuestiones disciplinarias.
Sobre la cancha, lo que marcó la diferencia, además de Diego, fue la mala actitud del Oquendo en el inicio de los dos periodos. Y a poco que los avilesinos movieron la pelota se vio el fruto, con el 3-1 que culminaba el mejor juego local camino del descanso, con el pero del segundo tanto zamorano antes del final del primer tiempo.
La salida del segundo condenó al Oquendo, que recibía dos goles para quedarse a remolque con el 3-4 que marcó una pausa. Durante muchos minutos todo fue muy confuso hasta que llegó la locura final, con tres tantos sin respiro para el hombre del marcador. El 3-5 `parecía definitivo, pero David dio esperanzas, rotas en los últimos segundos por, quién si no, Diego, con su quinta diana del partido.
Fuente: La voz de Avilés:28/10/2.007
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