Los brasileños Quinha, Neto, Celino Alves y Valdo cuentan con el apoyo de sus familias en la aventura avilesina que busca el ascenso a División de Plata al finalizar la temporada
Si hiciera un poco más de calorcito... (risas)». «Cuando acabe la Liga, corriendo a Brasil (más risas)». Todo les va rodado, todo funciona y es una temporada para disfrutar, aunque todavía queda intentar alcanzar el ascenso a Plata y en eso están centrados, pero su sonrisa les delata: están felices. Felices en el Oquendo. Felices en Asturias.
Son cuatro los jugadores del Oquendo procedentes de Brasil. Pero no están solos en Asturias. Tres de ellos tienen aquí a sus familias (mujeres e hijos) y el cuarto ha comenzado su experiencia española y vive «en casa de Valdo -en Mieres-. Estoy muy bien», explica Celino Alves, el más joven de los cuatro 'asturbrasileños', entre los que destaca la experiencia de Valdo y su calidad, junto a la de Quinha y Neto.
Son como una familia y tienen su propia 'torcida'. Quinha está en Avilés con su mujer Vanessa y su hija Gabriela, que «el 2 de mayo cumple 3 años, pero nació en Brasil, no aquí», explica el siempre risueño jugador del equipo avilesino. Todo lo contrario que los hijos de Neto. El veterano capitán del equipo avilesino ya tiene experiencia en España, donde se encuentra con su mujer Joana Claudia, su hija de 15 años Iohanna Luzia, que «se vino de Brasil con 6 meses» y Joan Luis, ques canario de nacimiento.
«Conozco a Valdo de haber jugado con él y a Quinha también, de enfrentarme. Es la primera vez que coincido con Alves, pero estamos muy bien aquí», contesta Neto al ser preguntado si beneficia a la aclimatación haber creado una colonia brasileña en Asturias. Valdo es el más serio de todos y también el que más experiencia atesora.
«Para jugar a fútbol-sala hay que saber cuando correr, cuando presionar, cuando tienes que hacer cada cosa», señala Valdo al señalarle que ya están viejos y no corren tanto como antes: «Correr es de cobardes. Y algo haremos bien que estamos ahí arriba».
Algo están haciendo bien y se nota en el equipo. «Estoy muy contento aquí», explica Alves, que es el único que no tiene aquí a su familia: «Ahora sólo pienso en el fútbol-sala, más adelante ya tendré tiempo de pensar en traer a la novia». Lo alega entre las risas de las mujeres de sus compañeros, que saben lo que es estar separados y que ahora disfrutan en Avilés, aunque Luciana, la mujer de Valdo, pide «un poco más de calorcito», para ir a la playa, claro, adonde se marchará corriendo Alves «en cuanto acabe la Liga».
¿Son los artífices de la buena temporada del equipo? «Lo estamos haciendo bien, pero también la gente de aquí lo está haciendo bien y aportando muy buenas cosas», indica el capitán Neto. Pero el quinteto titular suelen ser cuatro brasileños y Santi Silvoso, que como reconocen las integrantes de la 'torcida' del equipo avilesino: «Todavía le falta un poco para ser brasileño. Igual por el color, pero 'ou movimento'...». Eso sí, el Oquendo, «'ya tien la meyor samba'».
Son cuatro los jugadores del Oquendo procedentes de Brasil. Pero no están solos en Asturias. Tres de ellos tienen aquí a sus familias (mujeres e hijos) y el cuarto ha comenzado su experiencia española y vive «en casa de Valdo -en Mieres-. Estoy muy bien», explica Celino Alves, el más joven de los cuatro 'asturbrasileños', entre los que destaca la experiencia de Valdo y su calidad, junto a la de Quinha y Neto.
Son como una familia y tienen su propia 'torcida'. Quinha está en Avilés con su mujer Vanessa y su hija Gabriela, que «el 2 de mayo cumple 3 años, pero nació en Brasil, no aquí», explica el siempre risueño jugador del equipo avilesino. Todo lo contrario que los hijos de Neto. El veterano capitán del equipo avilesino ya tiene experiencia en España, donde se encuentra con su mujer Joana Claudia, su hija de 15 años Iohanna Luzia, que «se vino de Brasil con 6 meses» y Joan Luis, ques canario de nacimiento.
«Conozco a Valdo de haber jugado con él y a Quinha también, de enfrentarme. Es la primera vez que coincido con Alves, pero estamos muy bien aquí», contesta Neto al ser preguntado si beneficia a la aclimatación haber creado una colonia brasileña en Asturias. Valdo es el más serio de todos y también el que más experiencia atesora.
«Para jugar a fútbol-sala hay que saber cuando correr, cuando presionar, cuando tienes que hacer cada cosa», señala Valdo al señalarle que ya están viejos y no corren tanto como antes: «Correr es de cobardes. Y algo haremos bien que estamos ahí arriba».
Algo están haciendo bien y se nota en el equipo. «Estoy muy contento aquí», explica Alves, que es el único que no tiene aquí a su familia: «Ahora sólo pienso en el fútbol-sala, más adelante ya tendré tiempo de pensar en traer a la novia». Lo alega entre las risas de las mujeres de sus compañeros, que saben lo que es estar separados y que ahora disfrutan en Avilés, aunque Luciana, la mujer de Valdo, pide «un poco más de calorcito», para ir a la playa, claro, adonde se marchará corriendo Alves «en cuanto acabe la Liga».
¿Son los artífices de la buena temporada del equipo? «Lo estamos haciendo bien, pero también la gente de aquí lo está haciendo bien y aportando muy buenas cosas», indica el capitán Neto. Pero el quinteto titular suelen ser cuatro brasileños y Santi Silvoso, que como reconocen las integrantes de la 'torcida' del equipo avilesino: «Todavía le falta un poco para ser brasileño. Igual por el color, pero 'ou movimento'...». Eso sí, el Oquendo, «'ya tien la meyor samba'».
Fuente: El Comercio Digital: 29/03/2.009
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