El Oquendo celebró durante todo el domingo el ascenso y esta semana la directiva empieza a preparar la próxima temporada
El domingo fue para el Avilés Oquendo un día para no olvidar, la celebración de un equipo que ya es de plata. La fiesta comenzó en el partido, donde cada gol avilesino, y fueron ocho, era festejado de forma muy diferente a cualquier otro partido, significaba un paso más hacia la División de Honor B, la segunda categoría nacional, donde regresa después de nueve años. La ocasión era inmejorable, en casa, ante la afición y ante el O'Parrulo, en aquel momento segundo en la clasificación, que sucumbió ante el juego avilesino hasta la desesperación. Resultado: 8-1, un marcador que dice todo. En cuanto sonó la bocina, Jardín de Cantos estalló en júbilo al grito de «campeones, campeones» que ya se empezaba a escuchar minutos antes. Champán, abrazos, manteos... una celebración que dejaba atrás una temporada de trabajo bien hecho y, sobre todo, otra temporada, la del año pasado, para olvidar. El presidente Paco Penedo lo recordaba al final del partido: «El equipo se lo merece, hemos pasado del infierno al cielo en un año». Los números que este año ha logrado el Oquendo esta temporada son difíciles de repetir: 26 victorias, cuatro empates y dos derrotas a falta de dos jornadas para terminar la Liga. «Nadie se esperaba al principio de temporada que estuviéramos hoy aquí» , recuerda el técnico Hugo Nava, un entrenador joven que ha demostrado de lo que es capaz, de llevar el equipo hasta la división de plata, ayudado por una plantilla de una calidad deportiva y humana excelente, algo que todos repetían ayer, y un cuerpo técnico muy complementado: «Antes de los partidos se reunía en el vestuario el cuerpo técnico para preparar lo que dirían a los jugadores. tenían una frase diferente en cada partido que encendía la mecha para que saltaran a la cancha a por todas», comenta Paco Penedo. Tras el partido, el equipo tuvo una espicha de celebración. Resultaba llamativo que hasta pasada media hora no empezaran los gritos, pero la tensión del partido sin duda había hecho mella en el estomago de los jugadores. El siguiente paso llevo al Oquendo al partido del Avilés, donde el conjunto blanquiazul y el Nalón le hicieron el pasillo como campeones. El segundo tiempo lo vivieron en Tabiella, apoyando al Navarro. Sin duda, la suerte del campeón hizo algo por los dos equipo avilesinos de fútbol porque ambos ganaron sus decisivos partidos. A partir de ahí, la fiesta duró hasta bien entrada la noche, incluso se desplazó a Pola de Siero, localidad del técnico Hugo Nava. Aún en medio de la celebración, el presidente Paco Penedo, y el vicepresidente Toño Rodríguez ya tenían en mente la próxima campaña. Lo primero es reunir el dinero suficiente para poder hacer frente a la nueva categoría y mantener a los jugadores en el equipo. En este segundo objetivo, el trabajo ya está muy avanzado, de hecho, muy pronto puede estar atado el contrato del brasileño Neto, uno de los pilares de este equipo de plata. En cuanto a los fichajes sólo hay algo claro: «El equipo que tenemos es muy fuerte y con un par de refuerzos puede hacer una temporada muy digna. Tenemos que sentarnos a hablar con el entrenador y ver que necesita para empezar a buscar», comenta José Antonio Rodríguez. Lo deportivo ya está hecho, ahora toca e trabajo de oficina.
Fuente: La Nueva España: 19/05/2.009
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