Hugo Nava, ex técnico del Avilés Oquendo, dice que «se han equivocado al enfocar el tema y no pedí cobrar más dinero»
La armonía que reinaba en el Avilés Oquendo, las celebraciones por el ascenso a División de Plata tras nueve años en Liga Nacional, apenas ha durado diez días. El entrenador del primer equipo decidía no cumplir el segundo año de su compromiso con el club debido a unas diferencias que, según las palabras del propio Hugo Nava, van más allá de un puro aspecto económico, en el que cada parte ofrece una versión muy diferente.
El técnico de Pola de Siero, tras escuchar y leer las explicaciones ofrecidas por el presidente de la entidad, Francisco Penedo, daba su versión de lo sucedido para que tras el ascenso haya estallado una crisis que, desde fuera, no se comprende.
«Creo que se han equivocado en la forma de enfocar el tema y que no han valorado de verdad mi trabajo, el de todo el cuerpo técnico, el de Viti y el de Dani. Y con la propuesta que hicieron sólo puedo pensar que me invitaron a marchar, por no decir que hasta lo puedo considerar un insulto. Es la única razón que se me ocurre para asimilar todo esto».
Hugo Nava firmó el verano pasado un compromiso por dos años con el club avilesino, una de cuyas condiciones, la económica, se modificó en enero al aceptar el técnico, junto tres jugadores -Valdo, Neto y Pepe- una rebaja en su salario para evitar que el club diera la baja a un integrante de la plantilla por no poder cubrir el coste inicial del proyecto.
Finalizado el ejercicio y con el ascenso conseguido, el presidente inicia la construcción del nuevo equipo, con renovaciones a la baja, según palabras del propio presidente, para ajustar al mínimo posible el presupuesto en una categoría casi profesional.
Y al entrenador se le ofreció la misma cantidad con la que había finalizado la campaña, 100 euros inferior a lo firmado, reducción a la que Nava se sometió en enero de forma voluntaria: «Es una manera muy extraña de valorar mi trabajo y hasta un directivo reconoció que eso no era normal y que esperase unos días. Pero el club, al parecer, ya tenía buscado un posible sustituto, porque dos días después de la primera reunión ya se me dijo que tenían un entrenador más barato».
Pero al entrenador poleso lo que más le ha dolido es que en el club hayan afirmado que pidió un aumento salarial del doble de lo que cobró desde enero: «No soy un pesetero, y creo que lo he demostrado, primero al asumir el recorte, y a lo largo de la temporada por no poner un problema pese al retraso en los cobros. No comprendo que se diga lo que es incierto porque me toca en lo personal y yo tengo una forma de hacer las cosas que no encaja con esto».
Hugo Nava también matiza la nota oficial del club, en la que se alegaban razones de trabajo para que el técnico terminara declinando la oferta de seguir: «Eso es algo que quisieron poner ellos para dar una explicación, pero no es cierto». Y por último, aclara con cierta ironía que «me dan facilidades para rescindir un contrato que por cláusula podemos romper las dos partes de forma unilateral».
El vallisoletano Daniel García será probablemente su sustituto.
Fuente: El Comercio Digital: 03/06/2.009
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