El técnico avilesino es el primer candidato para hacerse con las riendas del equipo
Oliverio Monforte, más conocido por Oli, será el entrenador del Oquendo en División de Plata. El club no lo ha confirmado y el técnico tampoco, pero la decisión está tomada. Tras dirigir el equipo en el tramo final de hace tres temporadas, pasó a entrenar al Amigos de Soto y el año pasado estuvo en El Llano. Pero es un técnico de la casa. Al único que el Oquendo le abonó la matrícula para obtener el título nacional, lo que es una clara muestra de las intenciones de la entidad desde hace tiempo.
«Por ahora no hay nada, sólo hubo una primera toma de contacto para conocer mi disponibilidad, pero quedarían muchas cosas para hablar», explica Oli reticente a asegurar que es el candidato del club: «Supongo que habrán hablado con más gente, que no seré el único».
En teoría iba a continuar Hugo Nava, luego iba a ser un enternador de Valladolid y finalmente el elegido será Oli. «La verdad que para un entrenador de Avilés como yo, con 29 años que tengo, que se me relacione con un equipo de División de Plata ya es todo un halago», mantiene el técnico, al que luego «cogerlo es lo de menos. Lo importante es que piensen en tí. Pero si se cumple ya sería la leche».
Oli se considera «de la casa» en el Oquendo y tenía claro que «más bien tarde que temprano» iba a volver al club. «Nunca me lo planteé para esta temporada. El equipo ha hecho una temporada espléndida con una plantilla hecha para mantenerse y Hugo Nava ha sido importante en esa temporada», indica el técnico avilesino reconociendo esos primeros contactos pero también entiende que el club «pueda pensar en un entrenador con más currículum que el mío».
La apuesta del Oquendo es clara. El año pasado la apuesta fue Hugo Nava y esta temporada es Oli, que en principio parecía predestinado a este puesto, pero más adelante. Tras pasar por el Oquendo, se fue al Amigos de Soto de Primera Nacional B, donde hizo una buena temporada y fichó por el Llano. En un equipo con muchos jugadores con pasado en el Oquendo, entonces Avilés Hollywood, no consiguió los buenos resultados pretendidos por el club y fue cesado sin darle tiempo a enderezar el rumbo del equipo.
«Supongo que si les intereso seguiremos hablando, pero por el momento no hay nada cerrado», explica Oli, que llegó esta semana a Avilés después de unas cortas vacaciones.
Pese a no tener entrenador, el Avilés Oquendo está cerrando renovaciones de gran parte de sus jugadores y es que la plantilla no diferirá mucho de la que consiguió el ascenso la temporada pasada. «Son cosas que quedarían por hablar todavía», explica Oli, de todos modos «dependerá todo del presupuesto que tenga el club, que me imagino que será similar al del año pasado», aunque el técnico avilesino también tiene una idea propia: «El fichaje que se haga tiene que ser para marcar las diferencias, si no, no tendría sentido el fichaje, creo yo».
Amoldarse a la plantilla
No es un técnico con un gran aval de experiencia detrás suya, pero sí tiene claro que ilusión no le va a faltar y que le gusta «amoldarse a la plantilla» para definir el esquema de juego del equipo. Se plantea una temporada complicada para el Oquendo, pero Oli tiene claro que de ser él el elegido habrá que jugar «con descaro, pero con un equilibrio, sin perder el norte y sin salir a pecho descubierto. Es una categoría complicada y habría que tener mucho equilibrio entre la defensa -en la que se asienta el equipo- y el ataque -que te da las victorias».
No duda al explicar su filosofía. «Con El Llano salíamos a buscar los partidos porque teníamos un equipo muy potente que no debía dejar respirar al rival. En el Oquendo, en los últimos partidos aquellos que dirigí salíamos más a defender que a atacar, y si al final voy al Oquendo...». Le queda mucho trabajo por delante, empezando por la negociación para cerrar su fichaje.
Fuente: El Comercio: 17/06/09
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